sábado, 3 de noviembre de 2007

Comentario al artículo: Enseñanza para la comprensión: Estrategias pedagógicas para el desarrollo de habilidades y procesos del pensamiento. De Alexan

Una de las enseñanzas más significativas y recuperables de nuestra experiencia como docentes y a la vez estudiantes de la MADEMS, es precisamente el plan de clase. Ese plan que cada semestre nos enfrenta con nuestros conocimientos teóricos y prácticos, pero sobre todo nos lleva a interrogarnos cómo poder ser buenos docentes y cumplir en la medida de lo posible los objetivos de aprendizaje para los que diseñamos ese plan de clase que muchas veces nos lleva a la desesperación.
Lo que es ya un acuerdo entre nosotros es priorizar en nuestro plan de clase el aprendizaje significativo por encima de los contenidos informativos que sólo atiborran al alumno y le evitan pensar en función de habilidades a desarrollar. Es precisamente el cambio que se busca en nuestro desempeño como docentes: priorizar el aprendizaje sobre los meros contenidos programáticos. Pero para que podamos llevar a buen fin nuestros objetivos es fundamental tener claridad sobre que tipo de aprendizaje buscamos promover en nuestros alumnos.
En nuestra clase de Práctica docente, hemos podido ubicar que muchas veces queremos que los alumnos realicen cosas que no sabemos del todo definir y mucho menos nombrar. Esta falta de claridad se ve reflejada en la recepción de los estudiantes, que también entienden cosas muy distintas de lo que queríamos plantear desde un principio. El problema radica en que existen un sin fin de habilidades que nuestros alumnos pueden desarrollar en su aprendizaje cotidiano. Pero nosotros, los docentes, requerimos de una buena clasificación de dichas actividades y también de claridad en la definición y aplicación.
En este sentido, el artículo “Enseñanza para la comprensión” puede ser considerado como una buena guía sobre los procesos que queremos lograr en nuestros estudiantes y las actividades concretas que se pueden llevar a cabo para lograr nuestros fines.
Me pareció muy interesante que el autor defina claramente las actividades lógicas e intelectuales que un estudiante debe realizar para su desarrollo mental y vivencial. A su vez, me parece oportuno que señale los procesos implícitos que se establecen en los sistemas de acción didáctica, y que los plantee en forma de habilidades de estudio, tales como:
Habilidades del pensamiento lógico
Habilidades lógico - formales del proceso de aprendizaje (generales)
Habilidades específicas
Pero a demás de este tipo de habilidades que quedan definidas en su forma más clara y general, el autor reconoce otro tipo de habilidades que tiene que ver con el trabajo que se realiza con las diferentes esferas de la apropiación intelectual. Saber distinguir que es lo que un maestro está pidiendo en el fondo que desarrolle un alumno en un plan de clase, es siempre algo confuso y ambiguo. Sin embargo, si tenemos presente una guía clasificatoria y de definición como la que nos proporciona el autor es elemental y necesaria. Yo considero que este artículo es una buena herramienta para tenerla en consideración a la hora de realizar nuestra práctica docente.